Después de 10 días por las tierras de Vietnam volvemos a coger la rutina, necesaria para poder apreciar la importancia de viajar y conocer culturas distintas a las tuyas. Vietnam , con más de 90 millones de habitantes, es uno de los países con una densidad por habitante mayor del mundo. Su capital histórica y caótica Hanoi, es un hormiguero de personas y vehículos de dos ruedas, los coches tendrán que esperar, los altos impuestos para adquirirlos, dificulta que muchas personas lo puedan comprar, añadir además que el sueldo medio es de un trabajador es de 250 euros mensuales, no es de extrañar por tanto que a los turistas nos vean con un imaginario euro gigante sobre nuestras cabezas, el regateo y la cultura de la venta esta más que consolidado.
Su gobierno comunista pero con una economía exterior más que abierta hace que el país este viviendo en un profundo cambio en todos los sentidos, temido a la vez por las consecuencias que están sufriendo las clases más pobres, que ha puesto en evidencia que su retraso en tecnología, educación y debilidad democrática choca con el capitalismo disfrazado todavía de caperucita roja.
Bien puede presumir el país mientras tanto de ser autentico y virgen turisticamente. La gente más que amable te hace sentir la estancia más amable, a pesar de las dificultades de idioma, la mayor parte de la población no sabe ni una palabra en inglés. Con una gastronomía muy interesante, monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad y unos paisajes sorprendentes hace que apuntes en tu lista de destinos pendientes este país que normalmente se combina con su país "hermano" de Camboya. A nosotros no nos dio tiempo de más
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