miércoles, 18 de marzo de 2009

Historias en el Albaicin


Con la llegada del buen tiempo el Albaicín vive con más energía sus tardes noches, sus habitantes acostumbrados a los turistas conviven de manera tranquila y sin muchas alteraciones las consecuencias del turismo, posiblemente porque han sabido encontrar el punto de equilibrio. Esta tarde después de una larga jornada con empresarios turísticos de la ciudad me han invitado a visitar a una de las familias gitanas con más solera en el barrio; muchas de ellas habitan en cuevas excavadas en la montaña . Cuando cae la tarde, las guitarras, los cánticos y el taconeo invaden las calles más altas del barrio, todavía de tierra y apenas sin luz.

Es autentico ver todavía hoy en España como pequeñas poblaciones viven y se plantean la vida girando alrededor de su cultura y sus creencias más humanas. José, el patriarca de la familia al preguntarme por mis orígenes me decía con ese acento tan peculiar " Ya ves, hay vivir la vida, nosotros nos vamos pero el Albaicin se queda y eso hay que celebrarlo cada día, no todo el mundo tiene esa posibilidad". Aquí quien no se conforma con lo que tiene es porque no quiere. Salud!

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